Friday, April 28, 2017

V y yo

Le cuento cosas a V. Le he enseñado a escuchar sin opinar. Aprende rápido. Saber escuchar y callar es uno de los más grandes talentos. La mayoría de gente que conozco escucha y responde por simple formalidad: mantener un diálogo que no se apague. No conocen otra forma de dialogar. V ha aprendido a dialogar escuchando, asintiendo, mirando, gesticulando porque en las miradas y en los gestos también hay rapport, también hay diálogo. A veces una respiración profunda es más pertinente en un diálogo que una perorata repleta de formalismos. Escribe me dice V. No sé que escribir aunque tengo mil cosas por decir. Soy un hidrante de pensamientos que no puedo agarrar. Se me escapan entre las manos. Prefiero leer. Introducirme en una selva de palabras esperando lo imprevisto, lo no dicho. Perderme en un laberinto de palabras y esforzarme por buscar una salida. Entre más complejo, más emocionante. No tengo mucho tiempo. Debo volver a a casa y seguir siendo la persona que soy. La irrealidad es un vacío que disfruto cada vez que puedo pero tiene un límite. Solo un desquiciado mental, un estupido o un genio tienen el privilegio de quedarse en ella más tiempo del esperado. Oigo un grito alegre "papá ¿qué quieres que te regalemos del día del padre? ¿zapatos? ¿ropa?. Tiempo, respondo. ¿Se puede? pregunto. Todos reímos.

3 comments:

  1. El tiempo, qué misterio tan grande es el tiempo. Felicidades.

    ReplyDelete
    Replies
    1. Muy cierto. Ni siquiera el tiempo nos pertenece. Saludos.

      Delete