Thursday, December 31, 2015

Meh (interjección en inglés)


No tengo nada que decir. Me senté sobre el muro pensando una buena historia que contar, ¿Cómo la escribo? El viento caliente me daba en mi cara después de engullir un vaso de vino tinto que me había recomendado un amigo viejo. Mi mente se agotó. Me cansé de pensar. No había nada que contar, no había nada que inventar. No fluye. Tengo una historia por contar pero parece que está en gestación. La mayor gestación que un ser humano haya podido padecer. Conozco muchas historias, muchas personas pero ya todo se ha dicho de ellas. Todas son predecibles. Sus historias sucedieron hace cinco mil, mil, cien años... el año pasado. La sumisa, el opresor, la libertadora, el oprimido, el salvador, el salvado, la enamorada, el enamorado, el despechado, la coqueta, la rebelde. Todos esos personajes están escondidos, dormidos, acurrucados en medio de cualquier libro que se leyó o que se quedó sin leer. Sin embargo me senté aquí y escribi porque escribo y se me duerme el cuerpo. Pero comienzo a pensar una vez más lo que tengo que decir y todo se vuelve carga. No quiero pensar (¿ya había dicho esto?), no quiero imaginar lo que no se mete en mi camino. No quiero buscar el camino, sólo quiero caminarlo y eso ya no está pasando.

3 comments:

  1. Tómate otro vino a mi salud. Feliz año nuevo. Por delante tienes, tenemos, todo un año para escribir cientos de historias jamás contadas. Aunque, como dijo Joaquín Sabina, todas las historias (en el fondo) son la misma repetida. Un saludo

    ReplyDelete