Sunday, August 9, 2015

¿Què hay para hacer?

Fuimos al cine temprano. Apenas comenzaba la noche. Con las opciones que habìa en cartelera, era muy difìcil entretenernos. Entonces nos resignamos y optamos por desaburrirnos que suena menos pretencioso que entretenerse aunque signifiquen lo mismo (si existe).Ya sabìa que clase de pelìcula íbamos a ver: rimbombante, imponente, tonta. Pero la idea era cambiar de aire y lo hicimos: el de la casa por el del teatro. La sala estaba llena. Por un momento dudè un poco angustiado: o la pelìcula es muy buena o ya no cabe màs estupidez en este mundo. Cuando se terminò no hicimos ningún comentario. Tàcitamente sabìamos que ya habíamos visto algo parecido cincuenta o tal vez cien veces. 

Cuando volvimos a casa, me puse ropa cómoda y me sentè en el computador esperanzado en encontrar algo que alumbrara mi noche. Esa, creo yo, es una de las pocas ventajas de internet: tu decides. Pero como por acto reflejo invoquè un personaje antagònico, muy conocido: facebook. Ya sabìa què me esperaba. Fotos de gente en vacaciones, en fiestas, en la playa, en fincas, en sus salas o en los baños de sus casas tomándose selfies estirando la trompa creyèndose patos.. Frases clichès dichas por gente que no reconocemos y publicadas por filòsofos o gurùes empìricos, osados, autoproclamados. Se hicieron notar los religiosos indignados, los ateos ofendidos, los animalistas apesadumbrados, los intelectuales ensimismados. Fotos, màs fotos de lo que pasò en la mañana, en la tarde, en la noche, de lo que podrìa pasar y lo que no va a pasar. Y yo ahì, embobado, hechizado. Maldito facebook. 

Creo que la noche la salvò San Youtube. Invadido por un mar de videos, hice uso de mi libre albedrìo y escribì el nombre de un autor que estoy leyendo y vi su más reciente video. Hablaba lo que uno no quiere escuchar y a veces, sin èxito, justificaba su pesimismo. Pero al final empataba mostrando una luz al final del tùnel, no logro discernir si era del todo autèntico . Fueron unos buenos treinta minutos. Inspirado por el autor, escribì, leì, corregì, reescribì. O por lo menos lo intentè.

2 comments:

  1. Esa maravillosa fauna que describes, de la que todos somos parte, conforma nuestro gran y maravilloso hábitat. Lo importante es no sentirse un ave raris y quedarse fuera de todo como un ermitaño contemporáneo. Un saludo.

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  2. Cada imagen que nos atrae o repele guarda un poco de nuestro propio reflejo. Intenta mostrarnos lo que somos.

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