Monday, April 22, 2019

Decisión

Y el dedo meñique, 

cansado de millones 

de años de matoneo 

de todos los miembros 

del cuerpo que lo ignoraban 

por su supuesta inutilidad 

y la indiferencia del cerebro

 como autoridad, 

decidió cometer una locura.


Convenció, con dinero de por medio, 

a tres millones de neuronas 

para que le ayudaran con su plan.


El día que Luis, el dueño del cuerpo 

donde residían, 

invitó a su cita a su casa, 

esperaron a que este comenzara 

a cocinar y cuando cogió el cuchillo 

para picar las verduras, 

las neuronas, fieles a su plan, 

cortaron el dedo atribulado.

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